Sobre los libros

 

Colección Caballo (poesía)

 

Atardecer de la espiga. German Albornoz Pellecer

La ciudad no es, los espacios están vacíos, el número de voces es cada vez menor. Todo parece menguar como el atardecer, los pasos se hacen polvo pero la espiga conserva la memoria con cierto brillo de las cosas. Y al final ¿qué recibiremos? Con suerte, tiempo de espera y desnudez.


La vida me la quitas y no me la devuelves. Gabriela Gómez

El deseo y el amor no necesariamente tienen que ser sexys. La vida me la quitas y no me la devuelves nos invita a hacer un viaje para el que, quizá, no estemos listos: ver el erotismo con otros ojos; los ojos de la pasión pero también con los ojos de desencanto.


Recintos olvidados. Marlon Francisco

Recintos olvidados es un libro que trata sobre la muerte. Cuando no la esperas y de un tajo se lleva a alguien amado. No es la muerte esa que arrasa civilizaciones, que se escribe en los libros de historia, que cambia la faz de la tierra. Es la muerte más insospechada y temida, la que te quitó a tu perro, a tu tía, a tu novio, la que se ceba tus planes…”


Poemas de la mañana. Sonia Marroquín Rojas

Aunque son las nocturnas las horas que más protagonismo han tenido en la tradición poética, Sonia Marroquín Rojas nos muestra que la mañana tiene el mismo poder de invocación, y nos lleva a ver el mundo con los mismos ojos nuestros pero iluminado con una nueva luz.

Distensión del ansia. Rafael Romero

El ansia es el motor que indica y empuja y conduce a la satisfacción de ese deseo. Cada ser vive en una lucha permanente para alcanzar la realización de aquello que el deseo le impone, cuando el deseo es satisfecho tiene lugar, por fin, la distensión del ansia. Apenas por un leve momento en la existencia.


Noches enrarecidas. German Albornoz Pellecer

Poemas breves, heterogéneos, que deben ser consumidos en dosis pequeñas, como las píldoras. Poemario que parece botica, con una píldora para cada mal. El secreto está en descubrir si las píldoras alivian el enrarecimiento o si son ellas las que lo provocan.


Versos perversos. Vanessa Ramos

Advertencia: Léase bajo su propia cuenta y riesgo.


Fantasma en mí. Pablo Hernández M.

Fantasma en mí es un bisturí para diseccionar todas esas ideas que solemos no preguntarnos: el significado de las palabras, la existencia, el placer y Dios, la boca que habla, el tiempo; y, al cerrar el libro, sabremos que también en las preguntas hay belleza. La belleza del instante, del encuentro, del desencuentro, de la caída.

 

Todos tenían derecho a estar presentes. Marilinda Guerrero

Las despedidas no son solo patrimonio de las emociones, lo son también del cuerpo, porque es sobre el cuerpo donde se escriben las historias de amor y de soledad. Los poros, las huellas, el vello, el roce, el tacto, el labio, la lengua, el aliento / todos tienen derecho a estar presentes en las despedidas.


Música rara. Carlos Gerardo

Más que un poemario, Música rara es un viaje de iniciación para mirar a los ojos todas aquellas enormidades que siempre nos han acompañado pero hemos ignorado o rehuído. Al final, después de la muerte, solo habrá música.


Manuscritos de lo que llevo en la piel. Amy Loan

Poemario que con sus versos al otro lado del espejo transgrede la monotonía, trastoca los sentidos quirúrgicamente y, sobre todo, revuelve el olor de las vísceras en la intemperie de la infancia. Libertad, tristeza, turbulencia, son sus herramientas eficaces de trabajo, anudado el desenfado, rebeldía, y armonía, el poeta ha logrado mantener la temperatura necesaria en las cualidades integrales de la condición humana.”


Oración por un cuerpo. Pedro Rojas

Oración por un cuerpo es un libro que surge de la carne. Del placer. Del gozo. Del desencanto con que las cosas se siguen mostrando. He caminado con Pedro sobre las calles del centro en las horas más extrañas de la madrugada. Entiendo pues dónde habita la humanidad que puebla estas páginas nacidas de la poesía, de la lectura, pero sobre todo nacidas de esas noches, de esa desesperación en la que no se encuentra la luz en la que es preferible un conjuro para invocar el sexo descarnado que una plegaria para invocar la salvación.”


Un hombre mira por la ventana. Juan Calles

Me descubrí novata al asomarme a la ventana de sus poemas, en mi vouyerismo me permití cada embestida de su atrocidad disfrazada de verdad; y al final de sus líneas pude, trágica y maravillosamente, descubrirme como una humilde lectora transfigurada en mujer que desea”.


El pequeño teatro de la ira. Ruth Vaides

Es una verdad a medias: no es pequeño, es tan grande como el corazón y la tragedia humana; no es teatro, es la vida misma saliendo de las páginas y tomándonos por el cuello; la ira sí, es ira, y confusión y violencia y dolor.


Bestiario del perro. René Morales

“…tengo que afirmarles que la diferencia [entre la violencia de los perros y la humana] radica en la conciencia de la muerte, pues mientras nosotros aniquilamos, ellos solo cambian de estado o forma, no saben que morirán al enfrentarse a alguien o al tiempo. Digamos que tienen la ventaja de olvidar pronto, santificándose de ese modo, pues confían ciegamente en el todo y en la nada que son los nombres más certeros de Dios.”


Kodoku shi (muerte solitaria). Ruth Vaides

Morir y que nadie se entere es, quizá, la manifestación máxima de soledad. La poeta se apropia de este tema para obsequiarnos páginas con otro tipo de belleza, páginas que examinan muchas formas de morir, porque, después de todo, estar vivos es solo la primera parte del recorrido.


Negrísimas hojas. Candi Ventura López

Cada poema es una sístole y el siguiente, una diástole; Negrísimas hojas es la anatomía expuesta de un corazón. Un corazón que ama y que odia, que espera, que busca y se extravía en los enredados pasillos de la vida… y se reencuentra. Homo sum; nihil humani a me alienum puto: Hombre soy [mujer, en este caso]; nada humano me es ajeno, escribió Plubio Terencio Africano, y da la impresión que lo hubiera escrito después de haber leído los poemas de Candi Ventura López.

 

Todas las demonias que me habitan. Marcela Zamudia

Un poemario envuelto en dignidad, antisistema y político, feminista y defensor de la diversidad.  Marcela es una poeta que viene del desierto mexicano, del precipicio donde se avienta a los mojados. El border.


Colección Bicorne (narrativa corta)


Guatemala, ciudad matadero. Byron Quiñónez

Cinco narraciones cortas te toman de la mano para llevarte a conocer el lado turbio de la ciudad y la fauna humana que la habita. El detective Rosanegra, Ramírez, El Gordo, Monterroso, personajes con los que preferirías no encontrarte, porque estás en Guatemala y es una ciudad matadero.


Ojos de ciegos. Noe Vásquez Reyna

Al solo iniciar la lectura de los cuentos soy recibido con una frase como un disparo a quemarropa: “Sueño pesadillas que no son mías…”. La primera pesadilla es el paso del tiempo y quiero imaginarla mitigada por la victoria de un encuentro fugaz; la segunda pesadilla es el terror materializado en una oficina atiborrada de dolor. En las siguientes pesadillas veo demonios de banalidad y el temblor que inspira nuestra habilidad suprema de convertirnos en monstruos frente a lo diferente. La lectura no me fue divertida, fue un recordatorio más de la odisea de estar vivo.”


Cuentos para adultos fantásticos. Tania Hernández

¿Quién dice que no podemos ser superhéroes? ¿O que no podemos viajar a lo imposible? Un puñado de personajes entrañables necesitan unas cuantas narraciones para dejarnos muy claro que somos héroes de lo cotidiano, que somos adultos fantásticos.


Instrucciones para uniformar la sonrisa. Liliana Villatoro

Abrir los ojos y no ver nada; el juego del eco y el caos; la tarea de desarmar al amor; sacudir sombras a un precio módico; absorber la tristeza de los ojos; el gusto por las láminas de zinc que reciben a las figuras convertidas en lluvia. Son todos incisos de estas instrucciones.


Pavloviana. La perra. Carolina Pineda

Practicamos el ritual de la muerte con enfermiza voluntad. Nos dejamos matar o matamos… El miedo a la muerte paraliza. Nunca estamos preparados para un final que no promete más que abstracciones e idealizaciones. De pronto, todo se acaba.”

 

Terciopelo y encaje. Tania Hernández

Tercipelo y encaje es una celebración del amor y del cuerpo. De todos los cuerpos. 17 cuentos que visitan 17 formas distintas de manifestar y recibir amor. Erotismo en muchas facetas de la vida, desde una conversación por whatsapp, una invitación misteriosa para cumplir una fantasía, hasta la plenitud quieta de compartir la tibieza de un amanecer al lado de la persona que se ama. Terciopelo y encaje es una sugerencia imposible de evadir.


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